Les gusta posar y no me canso de hacerles fotos, especialmente en estos días de frío y sol con los que se ha estrenado el invierno. Se me está quedando pequeño el teléfono.
Se llevaron bien hasta que dejaron de hacerlo. Nunca antes les había
visto pelear. El segundón dejo de serlo y su hermano necesitó de un
ángel para poder contarlo. Ahora cada uno es señor de su propio corral.