Se ha terminado el otoño, o al menos eso dice el calendario. Tres meses de mucho malo y poco bueno. De lo primero, lo peor la visita del destripador. Gineta, visón o comadreja, aun no lo sé. 2 metros de malla no fueron inconveniente para degollar a mi gallo reproductor y matar dos kikas. Fue hace un par de meses. Llovía a conciencia, y aun sigue lloviendo...De lo segundo la llegada de Milca y sus ronroneantes poderes, que pronto empezarán a crecer los días y la luz se transformará en tiempo, que azada y huerto van pidiendo vez y que en breve empezaré a criar con un gallo todavía mejor.
Muchas gracias por tus comentarios. Ya te contaré como evoluciona la cosa, pero como bien suponías pienso ir haciendo un poco más de hueco para las gallinas si todo sale bien. De momento parecen felices y día a día se me van acercando un poco. He comprado un poco de trigo, avena y cebada para tirárselo por el corrar y dentro del gallinero (he leído que es bueno que escarben dentro, en las camas).
ResponderEliminarPor otro lado, bonito gato. A mi me han dado una gatita de la calle y la relación con las gallinas es extraña... ¡se le acercan más que a mi!, el mundo debe estar loco, jaja.
un saludo
Gracias a ti, últimamente este blog se estaba convirtiendo en un páramo.
EliminarNunca había oído lo de tirarles grano en el gallinero, pero algún motivo habrá. ¿Recuerdas por qué? Puede que evite que los ratones críen en el interior.
Saluz!