Los meteosatianos prometían lluvias el pasado sábado y no acertaron, así que hubiese sido un pecado no liberar a los pollitos de su encierro de chinero y bombilla para regalarles una ración de solete, teniendo en cuenta además que en sus dos semanas recién estrenadas aún no habían tenido la oportunidad de disfrutarlo. Era también el momento para empezar a diferenciar a las hembras de Marradune, sólo 4 creo, que con esa edad empiezan a oscurecer a un marrón rojizo, con los machos y las New Hampshire esperaré un poco, pero seguramente tendré que pedirle una nueva dosis de ayuda a Guillermo. A ver si hay suerte y me sale alguna gallina más, qué tanto gallo...
Tienen buena pinta. Ya veremos en que se convierten :D Felicidades.
ResponderEliminarGracias. Mi enfermiza preocupación es que crezcan sanos y por ahora parece que se va consiguiendo.
ResponderEliminarSaluz!
Me alegro de la evolución de los pollos.La primavera que viene meto Marradune en el gallinero. salud
ResponderEliminarGracias Paco. Si hay suerte y nada se tuerce, para esas fechas a ver si podemos multiplicar la saga.
ResponderEliminarSaluz!